Ocupémonos señores, y por supuesto señoras, de lo único que toca: Ser feliz.
No se alteren, se que saben que es esencial. No lo dudo, pero me apetecía dar un poco más de importancia al verbo. Decirles como ser feliz es como decir que solo se cumplen años una vez al año, así que por primera vez me alargaré una reflexión y cada cual su conclusión.
Estamos tan acostumbrados a respirar que nos olvidamos de lo indispensable que es el oxígeno, tan acostumbrados a alimentarnos tanto comiendo como nutriéndonos por el sol, como buenos seres vivos que somos, que nos olvidamos de lo diminutos que somos para depender de tanto factor externo. No somos ni dioses ni reyes, ni creadores ni espectadores.
Espero que no se líen. Es así, somos protagonistas pendientes de un hilo que tarde o temprano cede. La marioneta para la que existe el escenario, pero que sin su escenario no es ni marioneta ni existe hilo.
¿De verdad?
Felicidad. Estamos acostumbrados a buscarla, a decir que es lo que queremos.
Nos refugiamos en objetos, materiales, medios olvidándonos de... de claro, la meta.
¡La meta es el camino!
Somos tan inconscientes que sabiendo que entre nosotros y el final de ese nosotros hay segundos, minutos o décadas. Pero siempre siempre, y recalco siempre, nos obcecamos en la pre-ocupación.
¿Donde quedó el kairós? Sí, el hakuna matata, el carpe diem. El ahora vivo, porque si simplemente existo no sabré vivir... es simple: si no entreno no puedo competir... No es un ''ahora vivo y mañana dios dirá''
Es ahora vivo ahora sin olvidarme de mañana pero sin existir ahora viviendo mañana.
Siglos y siglos de un '' ¿Ubi sunt?'' Y yo añado: sí, donde están, todos los que negaron que la felicidad es ahora. YA. No pierdan el tiempo, disfruten de cada soplo de aire, cada gota de lluvia, la caída de cada hoja.
Claro, que hay muerte, como hay enfermedad en la vida, como lo efímero de la materia, del cuerpo.
Pero, ¿quién apuesta hoy en día por nuestra eternidad?
Todos la negamos en alguna ocasión, por convicción presión.
Pero ¿quién no se ha sentido eterno?
Ocupémonos. Sin pre. Solo ocupémonos. Despreocupación e insensatez no son sinónimos, recuerden. Pero vivamos, con plenas facultades mentales de lo que en un futuro pueda ocurrir pero sin convertir ese futuro en un presente abominable.
Qué de ilusiones, sesenta por hora, sesenta por segundo. Y eso es vida. El límite es demostrar que no hay límite. Poesía, prosa, palabras, mil letras... firmar con un símbolo infinito, que la única preocupación que ocupe tu mente sea que no tengas ninguna. Que haya más fuerza en tú sonrisa que en tus nudillos.
¿Que absurdo no?
Tantos problemas... sociales, políticos... económicos.
Cuantos obstáculos nos vamos construyendo, para demostrarnos no nuestra valía, sino estupidez; pues claro, si quieres un caramelo y te lo ofreces ¿ que ganas rehusandolo ?
Todo está con una organización está claro, para facilitar la convivencia, pero no que sea la forma actual de vida es que sea la mejor.
Hace poco escuché una frase que me ha ayudado mucho:
''Las ideas, al igual que el agua, si se estancan: se pudren''
Dejémonos fluir, seamos nosotros con nuestra convicción, fuerza, ideas...voz y voto.
Una buena sonrisa, un bolígrafo...
Un paseo, buena compañía.
Disfrutar de las nubes tan intangibles como fantasiosas...
Un amanecer, una escapada del sol... una luna llena.
Cuantos entre rejas no tienen luz.
Cuantos entre selva y globalización no tienen comida.
Cuantos enfermos sin facultad pulmonar no tienen oxígeno.
Y nosotros aquí a estas horas...
Tan íntegros como insignificantes
Luchemos por nuestra mismidad, por nosotros mismos. ¿Y por qué no? Sonriamos.
Sé feliz por quien no puede.
Sonrían, que solo hoy es hoy.
NOGALÍZENSE =)
Marcos Nogales.
Y compartir silencios hasta quebrar los gritos.